Peticiones por los enfermos y necesitados

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Breve oración por los pobres y necesitados
El Rosario es una poderosa oración utilizada por grandes líderes eclesiásticos, santos y cristianos. A menudo utilizamos el Rosario para pedir a Dios que interceda en nuestras vidas. Rezar por la curación es un uso muy apropiado de esta santa oración, pero, ¿qué misterios del Rosario utilizamos para rezar por los enfermos?
Los más rezados por los enfermos son los Misterios Dolorosos. La pasión de Jesús ofrece la oportunidad de unir el sufrimiento del enfermo con el sufrimiento que experimentó Cristo. Puede parecer algo triste, pero ofrece la oportunidad de santificar el dolor y la enfermedad.
Jesús experimentó el peso de su prueba, entiende el sufrimiento. Pide al Padre. "Si es posible, que pase este cáliz. Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya". Jesús derrama su corazón al padre, y nosotros pedimos que los enfermos hagan lo mismo.
Cada vez que comenzamos un Rosario, lo hacemos con una intención especial. Cuando reces por los enfermos, comienza y termina tu Rosario con una oración especial por la curación. A continuación, dos ejemplos de oraciones por los enfermos.
Oración de intercesión por los enfermos
Señor, condúcenos de la muerte a la vida,de la falsedad a la verdad.Condúcenos de la desesperación a la esperanza, del miedo a la confianza. Que la paz llene nuestros corazones, nuestro mundo y nuestro universo.Soñemos juntos, recemos juntos y trabajemos juntos, Para construir un mundo de paz y justicia para todos.
Me inclino ante lo sagrado en toda la creación.Que mi espíritu llene el mundo de belleza y maravilla.Que mi mente busque la verdad con humildad y apertura.Que mi corazón perdone sin límites.Que mi amor por el amigo, el enemigo y el marginado sea sin medida.Que mis necesidades sean pocas y mi vida sencilla.Que mis acciones den testimonio del sufrimiento de los demás. Que mis manos nunca dañen a un ser vivo.Que mis pasos se mantengan en el camino de la justicia.Que mi lengua hable por los pobres sin miedo a los poderosos.Que mis oraciones se eleven con paciente descontento hasta que ningún niño tenga hambre.Que el trabajo de mi vida sea una pasión por la paz y la no violencia.Que mi alma se alegre en el momento presente. Que mi imaginación supere la muerte y la desesperación con una nueva posibilidad.Y que arriesgue la reputación, la comodidad y la seguridad para llevar esta esperanza a los niños.
Breve oración por los enfermos
En Lucas 18:1-7, Jesús utiliza una parábola para ilustrar la importancia de perseverar en la oración. Cuenta la historia de una viuda que acudió a un juez injusto pidiendo justicia contra su adversario. Gracias a su perseverancia en la oración, el juez cedió. Lo que quiere decir Jesús es que si un juez injusto accede a la petición de alguien que persevera en su solicitud de justicia, ¿cuánto más el Dios que nos ama - "sus elegidos" (v. 7)- responderá a nuestra oración si seguimos rezando? La parábola no enseña, como erróneamente se piensa, que si pedimos algo una y otra vez, Dios está obligado a dárnoslo. Más bien, Dios promete vengar a los suyos, reivindicarlos, corregir sus errores, hacerles justicia y librarlos de sus adversarios. Lo hace por su justicia, su santidad y su odio al pecado; al responder a la oración, cumple sus promesas y muestra su poder.
Jesús da otra ilustración de la oración en Lucas 11:5-12. Al igual que en la parábola del juez injusto, el mensaje de Jesús en este pasaje es que si un hombre se molesta en atender a un amigo necesitado, Dios atenderá mucho más nuestras necesidades, ya que ninguna petición es un inconveniente para Él. De nuevo, la promesa no es que recibiremos todo lo que pidamos si seguimos pidiendo. La promesa de Dios a sus hijos es una promesa de satisfacer nuestras necesidades, no nuestros deseos. Y Él conoce nuestras necesidades mejor que nosotros. La misma promesa se reitera en Mateo 7:7-11 y en Lucas 11:13, donde se explica que el "buen regalo" es el Espíritu Santo.
Breve oración por un amigo enfermo
Todos somos hijos de Dios. Él nos ama y conoce nuestras necesidades, y quiere que nos comuniquemos con Él a través de la oración. Debemos orar a Él y a nadie más. El Señor Jesucristo ordenó: "Debéis orar siempre al Padre en mi nombre" (3 Nefi 18:19). A medida que adquirimos el hábito de acercarnos a Dios en oración, llegaremos a conocerlo y nos acercaremos cada vez más a Él. Nuestros deseos se parecerán más a los de Él. Seremos capaces de asegurar para nosotros y para otros las bendiciones que Él está dispuesto a dar si pedimos con fe.
Hacer que nuestras oraciones tengan sentido. El profeta Mormón advirtió que si alguien "ora sin verdadera intención de corazón... de nada le sirve, porque Dios no recibe a los tales" (Moroni 7:9). Para que nuestras oraciones tengan sentido, debemos orar con sinceridad y "con toda la energía del corazón" (Moroni 7:48). Debemos tener cuidado de evitar las "vanas repeticiones" cuando oramos (véase Mateo 6:7).
Utiliza un lenguaje que muestre amor, respeto, reverencia y cercanía. La aplicación de este principio variará según los distintos idiomas. Si rezamos en inglés, por ejemplo, deberíamos utilizar los pronombres de las Escrituras cuando nos dirigimos a Dios -Te, Thou, Thy y Thine, en lugar de los pronombres más comunes you, your y yours. Independientemente del idioma, el principio sigue siendo el mismo: cuando oramos, debemos utilizar palabras que transmitan adecuadamente una relación de amor y adoración con Dios.